Después de una larga sesión recibida de coaching y que nos fuera develado el misterio de la santísima trinidad, más de uno, salió convencido de su capacidad y don nato para liderar a las masas.
No me quejo – agradezco la invitación, misma que fue muy enriquecedora – y no malinterpreten estas líneas, pero como lo mencione y creo firmemente: Es algo que se debe de entender primeramente y posteriormente estudiar y desarrollar para luego vivirlo día a día.
Aún hay quien es adicto a la autoayuda y cree que, devorando libros de bolsillo que versan del liderazgo, al terminar de leerlos, rápidamente estarán en altos niveles directivos.
Gacha tu calavera.