Una pregunta, bueno, mas que pregunta, es una frase muy pintoresca que denota sorpresa y duda a la vez, muy usada en mi rancho, por cierto.
Y no hay nada milagroso en este tiempo de casi 20 días que deje de escribir y de pasar a saludar a “Joaquín”. En realidad, estaba algo ocupado con cosas de Godínez y personales.
Semana santa
A pesar de que tengo el “beneficio” de tomar toda la semana (santa) de vacaciones, por así decirle, pues no se si en realidad sea un “derecho”, no me fue posible pues los pendientes estaban a la orden del día, y entre que me entregaban material y cumplía con mis compromisos, solo pude descansar jueves y viernes.
Tiempo en familia
El jueves, como pocas veces, mis padres y uno de mis hermanos vinieron de paseo con nosotros, hicimos el recorrido San Miguel de Allende-Atotonilco-Dolores-Guanajuato y la pasamos bien, fui un viaje exprés de un día y además muy pesado, pero valió la pena. Lastima que nos perdimos el desmadre que armo Fernanda Familiar (Vanguardia MX).

El viernes fue de ir al centro comercial y finalmente el sábado fuimos a la “cuenca la esperanza” una reserva natural protegida en Guanajuato, donde hicimos día de campo y pasamos brevemente a la presa de la olla, también en Guanajuato. Para el domingo solo queríamos vacaciones de las vacaciones.
Si quieres algo bien hecho, hazlo tú mismo
La situación con J sigue igual. No recuerdo haber conocido a alguien con tantos rollos en sus procesos mentales, tanto que no sea capaz de cumplir acuerdos y ser más “maduro” profesionalmente hablando.
Me he propuesto remplazar cámaras de videovigilancia en mi aldea y como quiero que quede todo bien hecho y a la primera, pues he decido hacerlo yo mismo, claro, con el apoyo de compañeros de mantenimiento pues mis herramientas son mas “modositas” y requiero “power”.
Al final, J solo me “ayudo” a medias un día.
El segundo turno
Me da gusto ver que mi trabajo este dando de que hablar de manera positiva y comienzan a buscarme nuevos clientes, retomando la “practica privada” por medio de GLOBALyTI.com
El tercer turno
¿Qué podría decir de esta parte?, gracias a “don caye” que me regalo el gusto por la música y por poder tocar un instrumento tan chingón como lo es el acordeón.
Hasta aquí mi reporte, ¿Joaquín?
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