Quienes saben del tema, osea, los viejos, frecuentemente dicen:
“Al que madruga, dios lo ayuda”
Y cuanta verdad en una frase tan simple.
Tenía aproximadamente seis meses intentando despertar mas temprano, con la finalidad de trasladar mis sesiones de ejercicio a las mañanas, pues las tardes las tengo algo ocupadas y solo contaba con una hora en la noche para hacer mi rutina y esto implicaba no cenar en familia.
Lo intenté una vez, dos veces, tres veces y desisti.
Hace pocos días cumpli 36 años y tal parece que, envejecer cumplir años, te va ayudando progresivamente a despertar más temprano. Al día siguiente de mi cumpleaños, sin mayor esfuerzo comencé a despertar a las 04:45 horas de la mañana, esto me ha ayudado a iniciar mi rutina a las 05:00 horas, a las 06:00 ya estoy bañado y vestido, listo para desayunar.
He notado que para las 08:00 a.m. he completado todos los círculos en mi Apple Watch, estoy más alerta, con más energía, termino más pronto mis actividades, me queda tiempo para hacer nada y lo mejor, las tardes libres y tranquilas y en espera de la cena en familia.

¿Qué si termino cansado o me da sueño por el medio día o por la tarde? No. Al contrario y mi promedio de sueño ha sido de 6:30 horas entre semana y de 8 horas el sábado y el domingo pasado.
¿Qué clase de brujería es esta? 🙂
Ciao!
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Imagenes de Myriam Zilles y Jan Vašek en Pixabay